¿Pueden los Estados seguir gobernando nuevas ciudadanías bajo viejos paradigmas?
Juan Felipe López
El concepto de Gobierno Abierto ha emergido como un novedoso paradigma de política pública. Surge como respuesta a una ciudadanía más informada y demandante, que busca influir en el diseño y provisión de servicios públicos. La dimensión práctica de los componentes de Gobierno Abierto, sobre todo aquellos que se relacionan con la participación y la colaboración ciudadana, hacen más compleja la implementación de este paradigma. A partir de una revisión bibliográfica, de la evidencia internacional y de un caso específico de co-diseño y co-ejecución de un servicio público a nivel local, este estudio analiza los desafíos políticos de este modelo. Además, evalúa los incentivos, barreras y oportunidades con las que debe lidiar la agenda de Gobierno Abierto en América Latina y el Caribe para que sea exitosa y posible.
Año publicación: 2014
Categoría: Artículos Académicos
País: Chile
Idioma: Español
Extracto
La democracia global y regional está en una encrucijada. Los gobiernos democráticos del mundo, y particularmente de América Latina y el Caribe, vienen ejerciendo su poder con las mismas lógicas que desde hace varias décadas y muchos de ellos no han logrado adaptarse a una serie de cambios, tanto en el entorno como al interior de las propias sociedades.
Un ejemplo de lo anterior, es el hecho que los gobiernos se enfrentan hoy en día a una ciudadanía cada vez más empoderada y más informada que espera mejores servicios y demanda mayor rendición de cuentas de sus gobernantes. Estos ciudadanos quieren no sólo más, sino cada vez mejor información y espacios de participación en el ámbito de lo público.
En este contexto, Gobierno Abierto cobra vigor y aparece como una llamativa respuesta para orientar la reformulación de los mandatos democráticos. Gobierno Abierto es aquel que practica y promueve la transparencia y acceso a la información, la participación ciudadana y la colaboración entre múltiples actores, tanto en la formulación de políticas públicas como en la entrega de servicios.
De sus tres pilares (transparencia, participación y colaboración), el primero supone por una parte, voluntad política para que el Estado tome acciones proactivas que garanticen el ejercicio del derecho al acceso a la información, ofreciendo a la ciudadanía datos y rindiendo cuentas sobre áreas que muchas veces han sido secretas y reservadas; y por otro, un grado de pericia técnica para poder hacerlo. Pero son los últimos dos principios del Gobierno Abierto los que requieren de estrategias técnicas más elaboradas para poder hacerlos realidad, pero más importante aún, de una mayor voluntad y consensos políticos.
La promoción de espacios participativos efectivos implica involucrar de forma activa a los ciudadanos en el debate de las cuestiones de interés público como nunca se hizo antes. La generación de ambientes colaborativos de co-diseño de innovaciones y políticas públicas implica empoderar al ciudadano –aunque en forma muy incipiente-, como co-responsable de la gestión pública para la formulación y seguimiento de políticas públicas, y la provisión de los servicios a los cuales tiene derecho. Se trata, pues, de avanzar sobre concepciones más robustas de democracia.
La preguntas que surgen son ¿por qué hacerlo?; ¿cuál es la dinámica política detrás de las políticas de Gobierno Abierto?; ¿qué obstáculos (y oportunidades) políticos, sociales, económicos e institucionales retrasan o impiden la implementación de este tipo de políticas? Es razonable pensar que en contextos político-electorales, y aun durante el ejercicio de gobierno, no existiría una alineación de los incentivos para abrazar políticas de Gobierno Abierto entre los diferentes actores políticos y sociales. Ante tal disyuntiva, este estudio pretende aportar algunas luces para debatir la dimensión política (con sus incentivos, mejores prácticas y obstáculos) que implica para la región embarcarse en la difícil -pero necesaria- tarea de desarrollar estrategias de participación y colaboración ciudadana en el marco de Gobierno Abierto.
Este estudio tiene cuatro capítulos. El primero analiza los desafíos específicos de las estrategias de Gobierno Abierto. Pone especial atención a los dos últimos pilares de Gobierno Abierto – participación y colaboración- como ejes cruciales y factores críticos de éxito para entender la magnitud del desafío que implica este cambio de paradigma. El segundo capítulo, aporta elementos para entender el contexto político en el que se enmarca este debate. En específico, se analizarán algunas tendencias de la institucionalidad política en el mundo y América Latina y el Caribe, así como la emergencia de dos nuevos actores –la tecnología y un nuevo tipo de ciudadanía- que deben ser considerados al momento de entender, diseñar e implementar cualquier política de Gobierno Abierto. El tercer capítulo, a partir de un caso específico, se adentra en las implicancias prácticas de la implementación de políticas participativas y colaborativas. Se revisarán críticamente buenas prácticas, obstáculos e incentivos que las políticas de Gobierno Abierto pueden tener para el nivel local. El cuarto y último capítulo es la conclusión del estudio y tiene dos secciones. La primera reflexiona en torno a la actitud que deben incorporar los funcionarios de gobierno para hacer posible las estrategias de Gobierno Abierto. La segunda sección sintetiza las interrogantes que serán desarrolladas durante el estudio.
Este estudio no pretende resolver todas las preguntas que seguramente existen actualmente en relación a la dinámica política detrás de las políticas de Gobierno Abierto. Sin embargo, es un primer análisis que permitirá abrir un debate honesto y realista sobre los desafíos que enfrentan a las políticas de Gobierno Abierto en la región.
 
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