Incorporar en un proyecto de innovación pública la perspectiva de género implica, en primer lugar, reconocer que existen brechas y desigualdades estructurales en la población que afectan a personas, limitan su bienestar y frenan el desarrollo social y económico. En segundo lugar, que es necesario considerar las necesidades, experiencias y preocupaciones diferenciadas de todas las personas según su género en el marco del problema social a abordar. Y en tercer lugar, aplicar esta mirada de género en todas las etapas del proyecto de innovación pública para conseguir diseñar soluciones más ajustadas a las necesidades diversas de las personas.